
Algunas personas siempre te ignorarán. Nunca podrán ver tu valor. No los persigas. Al aceptar la estimación de otra persona de tu valor, les permites controlar tu valor en función de la percepción que tienen de ti. Cuando esto sucede, no te haces responsable de tus comportamientos y sentimientos. No te das cuenta de tus fortalezas ni trabajas para convertirte en una mejor versión de ti mismo.
Concéntrate en tu vida, sé la mejor persona que puedas ser. Haz el bien por los demás, desea lo mejor a los demás, pero no esperes la aprobación de nadie.